Aparte de la ropa que se lleve puesta, éste podría ser el equipaje para el verano:
Un saco de dormir ligero. Siempre hay que llevar saco a no ser que se pretenda dormir en hoteles. Salvo contadas excepciones no hace frío dentro de los albergues, así que es inútil cargar con un saco pesado ideado para dormir en el exterior.
Un saco de fibra capaz de aislar temperaturas entre 15 y 10 grados es suficiente.
Una cantimplora de un litro o una camelback de la misma capacidad.
Un par de bastones de trekking, si se está acostumbrado a llevarlos, o el clásico bordón.
Dos o tres mudas.
Dos pares de calcetines cortos de senderismo fabricados en poliéster.
Un par de camisetas de poliéster, una de manga corta y otra de manga larga (nunca de algodón, ya que no transpiran y tardan en secar).
Pantalones cortos de senderismo.
Una sudadera y una chaqueta ligera que sea impermeable.
Un poncho con cubre mochila que sea transpirable. El inconveniente es que suelen pesar unos 400 gramos.
Una visera o sombrero.
Una toalla de microfibras. Están fabricadas en poliéster y poliamida y se secan con rapidez. Se pueden encontrar en tiendas deportivas.
Chanclas para la ducha.
Un cepillo y pasta de dientes. Gel y champú para el aseo y una pastilla de jabón para lavar la ropa y, para quien lo necesite, unas cuchillas o maquinilla de afeitar.
Pequeño botiquín con aspirinas o ibuprofeno, crema solar de alta protección, tiritas, yodo y agujas esterilizadas para pinchar las ampollas. Son muy recomendables las cremas anti rozaduras para el pie y para el cuerpo. Si se hace el Camino en compañía lo más sensato es llevar un botiquín conjunto y repartir el peso.
Gafas de sol.
Una linterna frontal
El DNI, la Tarjeta Sanitaria, una tarjeta de crédito y la credencial del peregrino.
Una navaja. También imperdibles y varias pinzas, muy útiles para secar la ropa durante o al final de la etapa.
El móvil, una cámara de fotos (si queremos más calidad) y sus cargadores.
Un par de tapones para los oídos para no escuchar los ronquidos
Y para los meses más fríos basta con que los calcetines, las camisetas y los pantalones sean de invierno. También hay que llevar un gorro, una braga y unos guantes.
Se debe sustituir la chaqueta ligera por un cortavientos impermeable. Ésta es la parte del equipo más cara pero merece la pena invertir el dinero en ropa de calidad. Unas mallas de fibra polar para llevar debajo de los pantalones e incluso para dormir no están de más. En invierno se recomienda llevar el sistema de capas: como primera capa una camiseta interior térmica muy transpirable; de segunda una camiseta técnica de manga larga y por último el cortavientos.