La localidad veigueña recibe a medio centenar de jóvenes hijos de militares que realizan la ruta del Norte por el Camino de Santiago primitivo l Miláns del Bosch reivindica la necesidad de un albergue en Vegadeo.
Que a sus 88 años José Joaquín Miláns del Bosch se desplace desde Oviedo hasta Santiago de Abres para dar la bienvenida en esta localidad veigueña a medio centenar de peregrinos quiere decir dos cosas: que los años no minan su pasión por el Camino primitivo y que Vegadeo sigue teniendo su lugar en la ruta a Santiago de Compostela. Antiguamente los peregrinos abandonaban Asturias por la parroquia veigueña de Abres, pero tras la construcción del puente de los Santos, la mayoría cambia el camino original del Norte y abandona Asturias por Castropol.
Pero esta historia no habla del Camino, que también, sino de quienes lo recorren. En este caso los protagonistas son un grupo de 41 chavales -todos hijos de militares- procedentes de diferentes puntos del territorio español y que participan en el campamento que organiza la Dirección de Asistencia al Personal del Ejército de Tierra (Diaper).
Es el noveno año que se organiza esta ruta, aunque la mayoría de los chavales son novatos en la experiencia. Entre los que repiten está Paula Carrillo (Ciudad Real), quien dice que, pese a las ampollas con que acabó el año pasado, la experiencia merece la pena.
«Llegar a Santiago es increíble; de hecho, me lo pasé tan bien que repito». Los jóvenes destacan el compañerismo del grupo y el placer de disfrutar de una actividad en la Naturaleza. «Es muy distinto del resto de los campamentos», dice el zaragozano Luis Manzano.
Los jóvenes caminan a las órdenes de Ana Cristina García y con la ayuda de un equipo encargado de la logística. «Lo que pretendemos es aportarles una forma de ocio diferente de aquélla a la que están acostumbrados; es una experiencia que fomenta el compañerismo, la solidaridad y el esfuerzo». Además, siempre que pueden, realizan actividades paralelas en beneficio de la comunidad.
En la ruta que ayer realizaron entre Vegadeo y Trabada, se encargaron, brocha en mano, de renovar la pintura que señaliza el itinerario. Además duermen en polideportivos y espacios cedidos por los municipios y se ocupan de limpiarlos a fondo antes de partir, en señal de agradecimiento por la cesión. Los jóvenes, de 16 a 18 años, realizan una media de veinte kilómetros diarios y tienen previsto llegar a la capital de Galicia el próximo martes.
La parada de ayer en Santiago de Abres fue especialmente emotiva porque la comitiva recordó la figura de Cándido Sanjurjo, quien fundó junto a Miláns del Bosch la Asociación Astur-Galaica de Amigos del Camino de Santiago. Sanjurjo, gran defensor del Camino primitivo a través de Vegadeo, falleció en 2010 y, mientras pudo, siempre ayudó a la Diaper para realizar el campamento. «Es una persona que ha hecho mucho por el Camino y ha ayudado mucho a la Diaper, por eso queremos acordarnos de él», precisó la directora del campamento.
Para el recuerdo queda la imagen de Miláns del Bosch estampando en la acreditación de peregrino el sello de Santiago de Abres. Un sello especial diseñado por el escultor veigueño César Montaña y al que Sanjurjo añadió el nombre de Abres bajo el escudo.
Miláns del Bosch, que preside la asociación Astur-Galaica del Camino de Santiago desde hace veintisiete años, aprovecha la ocasión para defender el nuevo intento por construir un albergue en Abres y fijar así la afluencia de peregrinos por tierras veigueñas. «Nuestra aspiración fue siempre conseguir aquí el albergue. El Camino es una riqueza económica para los lugares por los que pasa y por eso Vegadeo debe luchar por el albergue». Dice Miláns del Bosch que el peregrino es libre de elegir el camino que más le guste, pero él defiende el paso por tierras veigueñas.
«Llegar a Santiago es increíble; de hecho, me lo pasé tan bien que repito», dice la peregrina de Ciudad Real Paula Carrillo
Información y fotos de Tania Cascudo en LNE